La batalla contra una infestación de piojos en niños es algo que parece nunca cesar. Los padres han de estar siempre alerta, prevenidos de cualquier síntoma que se dé y reaccionando con rapidez para evitar que los problemas empeoren. Sin embargo, todavía se siguen cometiendo muchos errores durante los tratamientos. ¿Quieres saber cuáles son? ¡No te pierdas nuestro nuevo post!
Básicamente podríamos decir que hay 6 fallos muy comunes al hacer frente a una pediculosis. Presta atención:
- El primer error que cometemos ante una infestación de piojos en niños es no seguir el tratamiento hasta el final. No acudir a revisiones con profesionales y no estar vigilante en el hogar para evitar la aparición de nuevos parásitos o huevos.
- Otro fallo grave: olvidarnos de la lendrera. Es, sin lugar a dudas, nuestro principal aliado a la hora de combatir a estos diminutos invasores. Sirve para limpiar bien la cabeza, eliminando a los piojos y sus huevos.
- ¿Sabes que la lendrera es eficaz, aunque no estemos ante una infestación de piojos en niños? Pásasela habitualmente a tus hijos. Lo ideal será hacerlo semanalmente, llevando a cabo una rápida detección y minimizando problemas futuros.
- Un error que cometemos los padres muy habitualmente, sobre todo los primerizos: Confiar en los remedios contra piojos. Ya os explicamos en un post anterior que estos parásitos han desarrollado una gran resistencia a toda clase de productos químicos, por lo que no resultan nada eficaces en la actualidad. ¿Lo mejor? Siempre va a ser acudir a verdaderos especialistas.
- No limpiar la casa y la ropa de los pequeños es otro fallo que puede provocar que una pediculosis no se solucione en un plazo corto de tiempo. Ocúpate de las sábanas, almohadas, cojines, alfombras, sillones, peines… Cualquier elemento o utensilio que haya podido estar en contacto con la cabeza de tus hijos.
- El último de los fallos que podemos cometer los padres ante una infestación de piojos en niños es no prevenir al colegio, guardería o cualquier centro al que acudan los pequeños de manera habitual. Es fundamental hacerlo. Solo así será posible tomar las precauciones necesarias para evitar que el problema con los piojos se multiplique y afecte a muchos compañeros de aula.