Las liendres son los huevos que los piojos depositan en el pelo de los niños. Una vez allí, y pasado el tiempo necesario, eclosionan, dando lugar a un nuevo piojo joven. Se trata de una cadena peligrosa que hay que cortar rápidamente para evitar que la pediculosis se extienda.
Hay que tener una cosa muy presente: Las liendres son más difíciles de ser suprimidos que los propios piojos, ya que requieren de un tratamiento específico y la intervención de los padres. Por tanto, se trata de un inconveniente peligroso y al que hay que darle la importancia que tiene.
Además, otro punto fundamental es que en ocasiones son difíciles de ver por su color y su forma. De hecho, no son pocas las ocasiones que las liendres son confundidas con caspa. Eso sí, cuentan con características propias y que las diferencian, como su textura gelatinosa que las permite adherirse al pelo.
Se estima que estos huevos tardan entre 8 y 10 días en eclosionar, permitiendo la salida del piojo joven (también llamado ninfa). La diferencia entre estos y los adultos es mínima, únicamente por su tamaño. Las ninfas tardarán alrededor de una semana en convertirse en adultos.
¿Por qué es difícil eliminar las liendres?
Cuando se localizan piojos en la cabeza de un pequeño, se debe iniciar un tratamiento para su completa eliminación. Sin embargo, tras su finalización, es preciso continuar con otro para la retirada de las liendres, independientemente que estén vacías o en proceso de incubación.
No hay ninguna duda que la eliminación de las liendres es el momento más complicado de todo este procedimiento, ya que estarán completamente adheridas al pelo, casi como si estuvieran pegadas con pegamento.
Además, la sustancia que utiliza el piojo hembra para que se queden fijas en el cabello es resistente e insoluble al agua, de manera que no se conseguirá eliminarlas con un simple lavado de cabeza.
Por lo tanto, la eliminación total de las liendres solo es posible con la ayuda de un peine de púas muy finas y juntas. Normalmente recibe el nombre de lendrera, pudiendo estar fabricado en plástico o en metal, aunque lo realmente importante es que consigan atrapar tanto las liendres como los posibles piojos muertos que pudieran encontrarse en el cabello de los pequeños.
Como puedes ver, pese a que el procedimiento para su completa eliminación no es especialmente complicado, sí que es preciso ser constante, seguir las indicaciones de un profesional y contar con un asesoramiento especializado.