¡Ya estamos en 2018! Año Nuevo… ¿Problemas viejos? Por desgracia, el final de 2017 no supone la desaparición de algunos de nuestros inconvenientes. Los piojos son uno de ellos. Como ya sabrás por anteriores posts de nuestro blog, estos pequeños insectos no entienden de fiestas, vacaciones o descansos. Por lo tanto, nosotros debemos seguir luchando contra ellos y previniendo en la medida de lo posible su aparición y propagación.
Como ya te explicamos en un artículo en diciembre, la época de Navidad era delicada en cuanto a la posibilidad de que nuestros pequeños pudieran padecer pediculosis debido a los gorros de Navidad o los disfraces de las típicas funciones. Es por ello que ahora con el Año Nuevo nos gustaría abordar otro tema importante: ¿Tiene que faltar nuestro hijo al cole cuando hay piojos?
Se trata de una pregunta delicada que los padres tienen que hacerse cuando su hijo se encuentra afectado por piojos o liendres. ¿Cómo actuar? ¿Qué es lo más conveniente? Presta atención al próximo post porque te vamos a dar unas cuantas claves que esperamos sean de gran ayuda. ¡Comenzamos!
Mi hijo tiene piojos. ¿Evito que vaya al cole?
La vuelta al cole es un momento crítico para los piojos, ya que suele ser una época de riesgo para su contagio. Lo primero que hay que hacer al detectar un problema de este tipo en nuestros pequeños es llevarlos a un centro especializado para comenzar el tratamiento cuanto antes.
Además, es recomendable que los niños no vayan al colegio hasta que no hayan sido eliminados todos los piojos vivos y sus liendres. El riesgo de contagio es demasiado alto como para arriesgarse.
Por lo tanto, el alumno y el padre ha de tener un poco de paciencia y asegurarse que no existan piojos vivos antes de reincorporarse al día a día en el colegio.
Una vez que nos hayamos asegurado que tanto piojos como liendres han sido eliminadores, nuestro pequeño podrá volver a la escuela con total normalidad, incluso cuando el tratamiento antipiojos todavía no se haya completado del todo. Eso sí, habrá que extremar la precaución con gorras y gorros, así como con el peinado de nuestro pequeño, evitando melenas largas y sueltas.
En último lugar, es importante evitar que nuestros pequeños sientan vergüenza por padecer este problema, ya que como sabrás no está relacionado con falta de higiene ni nada parecido. Se trata de un problema que puede afectarnos si no somos cuidadosos en la prevención. Nada más.