Aunque normalmente estaríamos en época de comuniones, este año, como muchas otras cosas, va a ser diferente y habréis tenido que retrasar la celebración a octubre o noviembre, en el mejor de los casos, y a expensas de cómo se desarrollen las circunstancias por Covid-19 en los meses venideros, ¿verdad? Pese a ello, desde Adiós Piojos nos gustaría plantear en el siguiente post la relación entre comuniones y piojos para que tengáis la información igualmente ¿Podemos conseguir que este inconveniente no arruine nuestra celebración? ¡La respuesta es sí!
Ya sabes que son muchas las armas que tenemos a nuestra disposición a la hora de luchar contra los piojos. Desde nuestros tratamientos con eficacia probada hasta la prevención o usar la lendrera, una de las herramientas que más ayuda nos podrán dar a la larga. Aunque no sea al cien por cien, evitar que nuestros hijos sufran casos graves de pediculosis está en nuestras manos.
En lo que se refiere a comuniones y piojos, es recomendable realizar una profunda y periódica revisión de la cabeza de nuestros pequeños a medida que nos acercamos a la importante fecha. En especial, si hablamos de nuestras hijas. ¿Por qué? Principalmente porque lo más habitual es que tengan una buena melena o pelo largo y que puedan incluso acudir a peluquerías para un peinado especial para esa fecha tan importante. Sin olvidar, claro está, que las pequeñas suelen apostar por complementos para la cabeza que vayan a juego con sus vestidos, ¿verdad?
¿Te imaginas llegar a la peluquería y que nuestra pequeña (o pequeño) tenga piojos? En ese caso concreto, no podrán ayudarnos, ya que un corte de pelo o un peinado no eliminará este inconveniente. De hecho, puede hasta suponer un riesgo para el propio peluquero o peluquera e incluso que no quieran atendernos por riesgo de contagio a cotros clientes.
¿Qué hacer entonces? Lo más adecuado será llevar a cabo una revisión completa y profunda en un centro y de mano de auténticos especialistas. Solo así tendremos la tranquilidad de que nuestros pequeños no lleguen al día de su primera comunión con un problema de pediculosis.
Algunos padres tienen bastante experiencia ya con este problema, puesto que sus hijos han pasado por él en más de una ocasión. Si tienes un buen manejo de la lendrera, es posible también que puedas revisar la cabeza de tus hijos en tu hogar. Con esta herramienta, luz y un poco de paciencia, se puede buscar por todo el pelo para asegurarnos de que no existe ningún “invitado de última hora” a la celebración.
En último lugar, para cerrar este tema de comuniones y piojos, no podíamos olvidar que es un riesgo innecesario acudir con un problema de estas características, ya que estamos hablando de un momento en el que se juntan muchos niños pequeños y las posibilidades de contagio son mucho mayores.