Estamos seguros que si eres padres, alguna vez te has preguntado cuándo es época de piojos, ¿verdad? Ese momento del año en el que nuestros hijos están más expuestos a padecer una pediculosis. Llega a crear, en ocasiones, hasta pánico a algunos progenitores. Por suerte, hay que dejar claro que no es para tanto y que con un poco de ayuda profesional es posible solucionar este inconveniente de manera rápida.
Pero para dejar claras las cosas. ¿Cuándo es la época de los piojos? La respuesta es todo el año. Sin excepciones. Estos pequeños insectos no entienden de estaciones ni tampoco de meses favoritos, amenazando nuestra salud capilar casi de manera constante. Por todo ello, es fundamental llevar a cabo una vigilancia constante y una prevención eficaz.
A la hora de revisar el pelo de nuestros pequeños, es importante prestar especial atención a ciertas zonas calientes, como pueden ser la nuca o detrás de las orejas, ya que son estas áreas donde más suelen anidar.
En lo que se refiere a la prevención, desde Adiós Piojos ya os contamos que era una de las principales armas, sino la más poderosa, que teníamos a la hora de combatir la pediculosis. Ser precavidos y educar a nuestros hijos sobre los riesgos que corren es fundamental para evitar futuros males.
El ciclo vital marca la época de piojos
Gracias a nuestra experiencia en este campo, podemos contarte que el ciclo vital puede ayudarnos a entender por qué no hay una época de piojos por encima de otra. Ya sabes que solo viven alrededor de un mes y siempre en nuestras cabezas. Fuera de ellas, su supervivencia es realmente corta. Sin embargo, ese mes de vida es realmente productivo.
Por ejemplo, una hembra pone al día entre cuatro y ocho huevos, superando los 150 a lo largo de su vida. Esto ocurre durante todo el año, sin excepción. Además, de esos 150, casi 100 podrían llegar a convertirse en piojos adultos si no se toman las medidas necesarias. Por todo ello, la prevención, diagnóstico y actuación son fundamentales para evitar infestaciones.
Además, los huevos tardan unos 6 o 7 días en eclosionar y las ninfas (piojos pequeños) se convertirán en adultos en poco más de 8 días. Este proceso se repite una y otra vez durante todo el año, sin entender de épocas, meses o estaciones. Por eso, se trata de un problema que hay que vigilar de manera constante.