Quizá pienses que estamos ante un problema actual o reciente. Lo cierto es que los piojos en la antigüedad ya hacían de las suyas. El ser humano lleva muchos años tratando de deshacerse de este problema. Por suerte, hoy en día contamos con el conocimiento necesario para limitar al máximo su incidencia y poder erradicar cualquier situación peligrosa con la máxima eficacia.
Puede sonar exagerado, pero lo cierto es que se cree que estos parásitos ya “molestaban” a los dinosaurios hace millones de años. Al menos esa es la conclusión a la que han llegado en la Universidad de Illinois recientemente. Puede parecer exagerado, pero nada sorprendente. No en vano, todos conocemos ya la gran capacidad de adaptación de los piojos, cualidad que les ha permitido sobrevivir desde tiempos prehistóricos hasta nuestros días.
También hay que señalar que, según se ha podido descubrir gracias a los hallazgos arqueológicos, la población que vivió en el Neolítico ya padecía el problema de la pediculosis. Se tiene constancia de liendres pegadas al cuero cabelludo en cadáveres datados entre el 8.000 y el 7.000 a.C.
Años más tardes, en Egipto también padecerían el mismo problema, ya que se han encontrado momias que padecían problemas de liendres y piojos. De hecho, es en esta época y en este lugar cuando comienzan los primeros tratamientos contra piojos en la antigüedad. Obviamente, no tenían nada que ver con los actuales, ya que se aconsejaba “masticar carne caliente y agua. Posteriormente escupirla sobre la piel para alejar a las moscas y piojos”.
La pediculosis es un inconveniente que afectaba tanto a la población como a los gobernantes. Así, se cree que Herodes, Felipe II o Arnulfo (emperador de Alemania) fueron algunas de las personas que padecieron graves problemas con los piojos.
Al otro lado del Atlántico, las tribus Incas y Aztecas también tuvieron que luchar contra estos parásitos durante muchísimos siglos. De hecho, los piojos ya estaban presentes en momias peruanas del siglo XI, casi 500 años antes de la llegada de europeos al continente.
El hecho que este problema afecta a todos por igual se comprueba con los documentos que se encontraron en China y que habla de los piojos sobre el 1.200 a.C. En este país, el remedio utilizado era utilizar mercurio y arsénico para poder controlar cualquier epidemia.
Fue en el 64 d.C. cuando aparecieron los primeros aceites esenciales con los que se pretendía tratar casos de pediculosis. En este momento se apostaba por el cedro libanés.
Como se puede ver, los piojos en la antigüedad ya creaban grandes problemas. No se trata de algo nuevo ni un inconveniente que nos afecte solamente a nosotros.